¿Cuándo se considera calibrado un instrumento?
La respuesta común es casi instantánea: ¿Cuando el proveedor de servicios de calibración ha realizado el proceso de comparación contra sus patrones y emite el informe de calibración que respalda dichos resultados. Parece lógico, pero antes revisemos el concepto tal cual se establece en la norma NMX-Z-055- IMNC-2009 de vocabulario internacional de metrología: Calibración: operación que bajo condiciones especificadas establece, en una primera etapa, una relación entre los valores y sus incertidumbres de medida asociadas obtenidas a partir de los patrones de medida, y las correspondientes indicaciones con sus incertidumbres asociadas y, en una segunda etapa, utiliza esta información para establecer una relación que permita obtener un resultado de medida a partir de una indicación Si observamos, en la definición se habla de una segunda etapa para completar la operación de calibración, la cual pide usar la información obtenida del experimento de comparación entre los patrones y las indicaciones del instrumento calibrado para obtener un resultado de medición. Dicha etapa puede constar en la aplicación de las correcciones establecidas en un informe de calibración o la simple evaluación de dichos resultados para establecer si son signi?cantes o no para un propósito dado. En el momento que el usuario del instrumento de medida utiliza los resultados de la calibración para la corrección de sus resultados cuando la medición se consideran trazables.
¿Cómo nos aseguramos que los instrumentos de medida se encuentran efectivamente calibrados? La respuesta no nos resulta fácil de establecer ya que requerimos evidenciar que los usuarios de los instrumentos están informados acerca de la aplicación de los resultados del informe de calibración, ya sea para corregir o para veri?car que están dentro de las especi?caciones establecidas. Siendo de por sí algo intangible, y en ocasiones mal interpretado, el concepto de calibración va más allá de la percepción común y resulta obvio que la evolución y la cultura dentro del control metrológico nos obliga a que, en algún momento, se vea involucrado el usuario ?nal de los instrumentos de medida para entonces lograr resultados con?ables de medición. Las medidas para lograr involucrar a los usuarios pueden resultar de lo más prácticas y pueden ir, desde la publicación de alguna instrucción para aplicar correcciones o, incluso, una etiqueta que le noti?que al usuario acerca de los límites de incertidumbre o error que se pueden lograr al utilizar determinado instrumento.